Cuando se me rompió un diente pensé que era un hecho puntual, pero Tamar me explicó que tanto el desgaste que tenía en el resto de dientes como esa fractura, se había producido por mi mordida. Tras la ortodoncia, mis dientes encajan perfectamente y estoy tranquila sabiendo que ya no hay peligro de que se desgasten más.
De adolescente llevé ortodoncia y a pesar de eso mi mordida no era correcta y sufría dolores musculares y de mandíbula. Después de mi tratamiento con la Dra Longás mis dientes encajan perfectamente y los problemas de la articulación se han solucionado. Lo que me encanta de ella es su manera tan profesional y a la vez tan sencilla que tiene de explicarte cada paso del tratamiento. Mi experiencia fue maravillosa y sin duda la recomiendo.
Yo tenía un problema estético por el apiñamiento de mis dientes. Sonreía siempre con la boca cerrada. Elegir a Tamar para que me tratara fue lo mejor que pude hacer. Durante todo el tratamiento me explicó todo paso a paso, me transmitió mucha confianza y supo darme la seguridad que necesitaba. Es una gran profesional y te hace sentir como en casa.
A simple vista mis dientes no estaban mal. El problema era la mordida. A nadie suele gustarle ir al dentista, pero Tamar hacía que las consultas fueran súper amenas. Estoy muy contenta del resultado, porque hasta el detalle que crees que no se nota, te cambia por completo la sonrisa y sobre todo sé que mis dientes ahora sí encajan perfectamente y no se me desgastarán.
Tamar conjuga la cercanía y profesionalidad de manera impecable. Desde la primera visita pude comprobar que en su forma de trabajo prioriza que el paciente conozca con detalle el tratamiento y que los resultados sean perfectos. Nunca había estado contenta con mi sonrisa, pero por cuestiones estéticas, no me había atrevido a dar el paso. Ahora solo me arrepiento de no haberlo hecho antes.