Tamar conjuga la cercanía y profesionalidad de manera impecable. Desde la primera visita pude comprobar que en su forma de trabajo prioriza que el paciente conozca con detalle el tratamiento y que los resultados sean perfectos. Nunca había estado contenta con mi sonrisa, pero por cuestiones estéticas, no me había atrevido a dar el paso. Ahora solo me arrepiento de no haberlo hecho antes.
