

La mala posición de tus dientes no solo afecta a la estética de tu sonrisa, sino que afecta directamente a la manera en que los dientes de arriba encajan con los de abajo.
Al estar tus dientes desalineados, es muy probable que
encajar entre sí (mordida completa), la mandíbula se desplace
ligeramente en la articulación (articulación forzada),
provocando una tensión constante.


No es posible encontrar un punto en el que mandíbula y mordida encajen, porque la posición de tus dientes no lo permite (Dientes torcidos)
Esto puede provocarte dolor, sobrecarga muscular y desgaste dental.


incompleta
Los problemas articulares y los daños en tus dientes se mantienen y serán más evidentes con el paso del tiempo.


Así tendrás una sonrisa perfecta y saludable que perdurará en el tiempo.
Problema oculto
1. Dientes desalineados
Si necesitas ortodoncia por la mala posición de tus dientes, es posible que, además, tengas un problema oculto.
La mala posición de tus dientes no solo afecta a la estética de tu sonrisa, sino que afecta directamente a la manera en que los dientes de arriba encajan con los de abajo.
Al estar tus dientes desalineados, es muy probable que al encajar entre sí (mordida completa), la mandíbula se desplace ligeramente en la articulación (articulación forzada), provocando una tensión constante.

2. Articulación centrada
Si llevamos la articulación de la mandíbula a su posición correcta, centrada en su articulación, tus dientes no encajarían entre sí (Mordida incompleta).
No es posible encontrar un punto en el que mandíbula y mordida encajen, porque la posición de tus dientes no lo permite (Dientes torcidos)
Esto puede provocarte dolor, sobrecarga muscular y desgaste dental.

3. Ortodoncia tradicional incompleta
Algunos tratamientos de ortodoncia solo corrigen el desorden dental y consiguen tan solo una sonrisa bonita (Dientes alineados); pero los dientes siguen encajando entre sí en una posición en la que la articulación continúa forzada.
Los problemas articulares y los daños en tus dientes se mantienen y serán más evidentes con el paso del tiempo.

4. Método Iceberg
Mi objetivo es que el encaje de tus dientes (mordida completa) coincida con el punto de equilibrio de tu mandíbula (articulación centrada).
Así tendrás una sonrisa perfecta y saludable que perdurará en el tiempo.

Casos Reales
Ana, 38 años
Ana ya había llevado ortodoncia cuando era niña, pero aún así los dientes se le volvieron a mover y notaba cómo algunos de los dientes de la parte de delante se le estaban moviendo más en los últimos meses. Además tenía fuertes dolores de mandíbula por la tensión a la que ésta estaba sometida.
Tras el tratamiento su sonrisa es mucho más amplia, redondeada, sus dientes están perfectamente alineados y además ha ganado en salud: sus dientes no se desgastan como lo hacían antes, ni sus encías, y su mandíbula no está sobrecargada.


Antes
Después
Jorge, 35 años
A Jorge no le gustaba su sonrisa; además iba a casarse en menos de 1 año desde la fecha en que empezó su tratamiento de ortodoncia lingual, y quería mostrar su mejor versión en ese día tan especial.
No sólo se trataba de un objetivo estético, sino que buscábamos además mejorar su mordida.
En el lado izquierdo tenía mordida cruzada, es decir, en ese lado los dientes mordían al revés de como deberían hacerlo, por lo que se le estaban desgastando poco a poco.
En los dos lados de la parte de arriba, las encías las tenía retraídas por la mala posición de los dientes.
Llegamos a la fecha de la boda con una sonrisa perfecta, y se casó con sus brackets linguales aún puestos, porque al ir colocados en la cara interna de los dientes, nadie los veía.
Tuvimos que seguir trabajando unos meses más después de la boda, para alcanzar todos los objetivos que teníamos en su boca, hasta conseguir no solo una sonrisa bonita, sino una boca sana.


Antes
Después
David, 39 años
Iban pasando los años sin aparentar preocuparle demasiado sus dientes, pero se dio cuenta de que apenas sonreía en las fotos, porque si lo hacía, no le gustaba lo que veía, unos dientes muy apiñados y algunos de ellos cruzados con los de abajo.
Además, durante el diagnóstico y el estudio de su caso pudimos ver que su mandíbula estaba sufriendo por culpa de su mala mordida.
Con la ortodoncia lingual empezó a sonreír como nunca lo había hecho antes, y conseguimos además que su mordida fuera perfecta y que su mandíbula estuviera relajada, sin sobrecarga muscular.


Antes
Después
Elena, 17 años
Elena no quiso ponerse brackets cuando tenía 12 años y los llevaban casi todos sus amigos, porque no veía la necesidad; pero al cumplir 17 se decidió a dar el paso.
Su caso era complejo sobre todo por el apiñamiento que tenía en la parte de arriba, sin espacio para los colmillos.
Ella vino con la idea de ponerse fundas transparentes, pero después de hacer el estudio de su caso, le recomendé que se pusiera brackets linguales, que no se le verían absolutamente nada y a mí me permitirían alcanzar todos los objetivos de salud para su boca.
Nunca se arrepintió de su elección.


Antes
Después
Carlos, 42 años
A pesar de ser un chico muy divertido, en las fotos intentaba salir con la boca cerrada para no enseñar mucho sus dientes. Además, notaba cómo sus encías se iban retrayendo cada vez más y veía que los dientes iban apiñándose más con el tiempo.
Se decidió por la ortodoncia lingual porque no quería que nadie notara que llevaba ortodoncia en sus constantes reuniones de trabajo y en las conferencias que impartía.
Casi desde el principio del tratamiento se notó un cambio en él, sonreía mucho más, y estaba más cómodo con la imagen que proyectaba.


Antes
Después
